Qué equipo tan cachaco, ala.

Por: Eduardo Arias - @ariasvilla


Desde sus ya lejanos orígenes en una cafetería colindante con la prestigiosa Universidad del Rosario, Santa Fe siempre ha sido un equipo muy cachaco. Propios y extraños lo admiran porque algunos de sus hinchas más famosos son unos cachacazos de raca mandaca. No en vano el más emblemático de todos los directores técnicos que han tomado las riendas del equipo en su dilatada historia es "el Cachaco" Rodríguez.

Pero ahora el equipo está más cachaco que nunca. Para corroborar lo anterior, baste recordar que el equipo ha decidido seguir al pie de la letra las más estrictas y precisas pautas de la urbanidad de Carreño. De Ariel Carreño, para ser más exactos.

Qué elegancia. Qué don de gentes. Hacía rato el fútbol mundial no veía un delantero tan educado, tan respetuoso y considerado con los rivales como Ariel Carreño. La manera como resolvió el mano a mano con el arquero Julián Mesa, cuando Santa Fe ganaba 2 a 1 y un tercer gol hubiera asegurado el triunfo, es propia de un gentleman.

No sabemos qué habrá pasado por su gaucha mente ahora cachaquizada en los eternos segundos que demoró para ingresar al área y luego para finiquitar su gracejo, su calambur, su chascarillo. Imaginamos un monólogo de este tenor cuando enfrentó al arquero rival:


- Ala, mi chato, veo que estoy solo frente a tí y tengo toda la portería a mi disposición, pero me da una pena bárbara fusilarte. Me parece una guachada. Y hacer una gambeta larga para dejarte desparramado en el piso me parece una falta de caballerosidad escandalosa. Además, ganarles a ustedes en su propia casa, ustedes que nos han recibido y atendido como suelen hacerlo las gentes sencillas de la provincia, con la proverbial hospitalidad de los antioqueños... Mejor voy a dejar que el defensa que acaba de alcanzarme me quite el esférico, qué caray, y así me ahorro la gaffe de tener que impulsar el esférico con un puntazo como los que aplican esos chivatos atrevidos que integran el equipo ese tan chirriado del microfútbol, carachas.


Así, gracias a la elegancia, el "charme", el "bon ton" y el "savoir vivre" de jugadores como Carreño, Santa Fe exhibe unos modales envidiables, que se traducen en su posición en la tabla. "Después de usted, por favor", parece decirles Santa Fe a todos (o casi todos) sus rivales. Con elegancia. Con caballerosidad. Con don de vgentes. Como debe ser. "Comme il faut, ala".